Necesitas que la preparación, conocimientos, títulos y experiencias que has acumulado todo este tiempo, comiencen a dar frutos para tí y para los demás.
Estar preparado es muy importante, pero no vamos a mentirte, no basta con tener talento y una visión clara de lo que quieres lograr. Por eso es posible que…
- Aún sientas miedo al momento de hablar en público y contar a los demás lo que haces
- Si alguien te pregunta que haces, te cuesta definirlo en una sola frase
- Sabes mucho, pero no has desarrollado la capacidad de transmitir tu mensaje de una forma clara y convincente
- Te cuesta o aún no has logrado comercializar tus productos y servicios
- No te pagan lo que vales
Y todo esto está pasándote porque aún no estás enfocando tu talento y propósito desde una perspectiva que te permita generar las oportunidades que tanto deseas.
Cometes un grave error pensando que por el sólo hecho de dominar tu materia o porque hayas dado cursos, ya eres un Entrenador. Esta profesión exige conocimientos y técnicas especiales y requiere reinventarse permanentemente.
Cometes un grave error pensando que sólo por publicar en redes sociales, enviar cadenas de WhatsApp y ofrecer tus talleres y conferencias será suficiente, sin antes crear una estructura que permita que tus clientes perciban el verdadero valor de tu propuesta.